El paseo me hizo desentumecer las rodillas castigadas por la edad y seguramente por el sobrepeso, pero todavía me podía mover, estaba vivo. Mi medico me había recomendado encarecidamente que hiciera unos cuantos kilómetros, el calor era apremiante en las horas angostas del día. Hacia años que no veía el amanecer y entre los arboles se podían distinguir colores que eran difíciles de mimétizar en la cabeza. El camino me fue llevando y parafraseando en mis adentros a Antonio Machado "caminante no hay camino
se hace camino al andar". Me encontré con Velázquez que estaba vigilando el museo del Prado, y mirando me acorde de Dalí, que un dia al salir del museo le preguntaron que había de nuevo en el Prado para que fuera a verlo siempre que venia a Madrid y el con su descaro, verborrea, genialidad y mil cosas que son difícil de expresar dijo: - Velázquez. Cosas de los genios la suerte de estar tocado por las musas.
se hace camino al andar". Me encontré con Velázquez que estaba vigilando el museo del Prado, y mirando me acorde de Dalí, que un dia al salir del museo le preguntaron que había de nuevo en el Prado para que fuera a verlo siempre que venia a Madrid y el con su descaro, verborrea, genialidad y mil cosas que son difícil de expresar dijo: - Velázquez. Cosas de los genios la suerte de estar tocado por las musas.
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